Muchos de los riesgos descritos en este manual son específicos para una cobertura en particular. Pero los periodistas críticos que trabajan en contextos represivos u hostiles a menudo enfrentan hostigamiento y constantes amenazas. Considere los grupos que más responsabilidad han tenido en los asesinatos de periodistas en el mundo en décadas recientes. Grupos antigubernamentales, incluyendo terroristas, son responsables de casi un tercio de todos los crímenes de periodistas, según revela la investigación del CPJ. Pero los funcionarios y grupos vinculados al gobierno como fuerzas paramilitares son responsables de casi la misma proporción de asesinatos de reporteros. En ciertos países, los periodistas no saben en quién confiar.

Manual de Seguridad para Periodistas del CPJ

 

9 Riesgos Sostenidos

Muchos de los riesgos descritos en este manual son específicos para una cobertura en particular. Pero los periodistas críticos que trabajan en contextos represivos u hostiles a menudo enfrentan hostigamiento y constantes amenazas. Considere los grupos que más responsabilidad han tenido en los asesinatos de periodistas en el mundo en décadas recientes. Grupos antigubernamentales, incluyendo terroristas, son responsables de casi un tercio de todos los crímenes de periodistas, según revela la investigación del CPJ. Pero los funcionarios y grupos vinculados al gobierno como fuerzas paramilitares son responsables de casi la misma proporción de asesinatos de reporteros. En ciertos países, los periodistas no saben en quién confiar.

Seguridad Personal

Ser consciente del entorno es esencial cuando se enfrenta el riesgo de ataques o secuestros. Los procedimientos prácticos de seguridad deben incluir variar las rutas para viajar, modificar las rutinas, mantener los hogares y las oficinas cerrados con llave y protegidos con alarmas. También puede incluir guardar los vehículos en cocheras cerradas, verificar en forma periódica que no tengan explosivos adentro, y también revisar la correspondencia por si escondiera algún tipo de explosivo. Si enfrenta este tipo de situación, deberá solicitar de inmediato la ayuda de expertos en seguridad. (En el Apéndice B Entrenamiento Sobre Seguridad se enumeran una serie de organizaciones de seguridad). En algunos países, los periodistas que trabajan bajo amenaza han elegido usar protección para el cuerpo, viajar con guardias armados, e instalar cámaras como así también guardias fuera de sus casas y de sus oficinas. Al tomar estas decisiones, los periodistas deben consultar con expertos en seguridad.

Los gobiernos de países que van desde Colombia hasta los Balcanes cuentan con programas oficiales que asignan escoltas armados para que acompañen a los periodistas amenazados. En Colombia, en especial, escoltas armados del gobierno, junto con un chofer y un vehículo blindado fueron asignados a periodistas atacados o amenazados. Aún cuando muchas veces tales medidas resultan incómodas, los periodistas amenazados o en recuperación a menudo sienten que es necesario protegerse y evitar ataques futuros. La contratación de guardias privados, si el costo no es prohibitivo, puede ser otra opción.

Seguridad Familiar

Preste atención al material que sus familias suben a las redes sociales. No comparta información sobre los horarios o los planes de vacaciones de su familia. Tenga cuidado al publicar fotografías.

Tal vez no exista temor mayor que el de creer que los miembros de la propia familia estén en peligro. Evaluar el riesgo posible para su familia puede estar en parte orientado por el comportamiento pasado de los agresores. Los miembros de las familias de disidentes fueron a menudo el blanco de ataques en Guatemala a fines de los años ’70 y principios de los ’80, como sucedía en Irak durante la era de Saddam Hussein. Este trasfondo histórico puede brindar una perspectiva sobre las situaciones contemporáneas. Es posible que los periodistas también quieran consultar con expertos en seguridad, colegas y defensores de derechos humanos, como así también con representantes del cuerpo diplomático.

Preste atención al material de índole personal que usted y su familia suben a Facebook y a otras redes sociales. La gente que desea intimidarlos probablemente buscará todo lo que esté publicado en línea, no sólo sobre usted sino también sobre su familia. No comparta información sobre los horarios de su familia o sus planes de vacaciones, por ejemplo. Tenga cuidado al publicar fotografías o revelar información que no sea pública por otros medios. Tal vez deba pedirles a sus familiares que quiten cierta información de sus páginas en redes sociales o que aumenten las configuraciones de privacidad.

Algunos expertos sugieren evitar el compartir detalles sobre aspectos delicados de su labor informativa con los miembros de su familia. Los familiares que no están informados sobre su tarea investigativa, según indica la lógica, no serían destinatarios de atacantes que buscan conseguir información por métodos coercitivos. No obstante, aún en estos casos los miembros de su familia podrían convertirse en el blanco de ataques como una manera de aterrorizarlo e impedirle que sigan adelante con alguna cobertura periodística sensible. Se recomienda especial cuidado para asegurar que sus hijos sean observados y escoltados en todo momento.

Tal vez quiera considerar un cambio de cobertura informativa por un tiempo. Medidas más drásticas pueden incluir trasladar a los miembros de la familia en forma temporaria o permanente. Los periodistas tal vez quieran contactarse con el CPJ u otras organizaciones internacionales que pueden brindar ayuda.

Vigilancia

AP La vigilancia asume formas diversas; desde las viejas tácticas de perseguir a periodistas en la calle hasta las técnicas electrónicas de interceptación de datos sin dejar rastros. En el primer caso, son estrategias que usan regímenes represivos con recursos limitados, como Eritrea en el Cuerno de África. Las nuevas tácticas son desplegadas con escalofriante eficiencia en países con servicios de inteligencia bien equipados, como China. Durante gran parte de la última década, el servicio de inteligencia colombiano interceptó ilegalmente mensajes de correo electrónico, realizó escuchas telefónicas y mantuvo vigilados a varios de los periodistas más conocidos del país. En Túnez, durante el régimen de Zine El Abidine Ben Ali, los periodistas críticos fueron víctimas de vigilancia permanente para intimidarlos y sacarles información.

El CPJ ha documentado casos de vigilancia física o electrónica en muchos otros países, incluyendo Afganistán, Angola, Bangladesh, Belarús, Bosnia-Herzegovina, Bolivia, Birmania, Cuba, Guinea Ecuatorial, Irán, Pakistán, Ruanda, Rusia, Sri Lanka, Sudán, Siria, Tailandia, Turkmenistán, Ucrania, Uzbekistán, Vietnam, Yemen y Zimbabwe. En Estados Unidos, un ex analista de la Agencia Nacional de Seguridad relató a MSNBC que la agencia estadounidense realizaba espionaje electrónico de periodistas en los 2000.

La vigilancia física de periodistas a menudo precede a violentos ataques. Funcionarios del Ministerio del Interior de Ucrania reconocieron que sus agentes estaban vigilando a Georgy Gongadze poco antes de fuese secuestrado y asesinado en una conspiración gubernamental ocurrida en 2000. Colegas del corresponsal de Geo TV, Wali Khan Babar, en Pakistán, relataron al CPJ que lo venían siguiendo en los días previos a su asesinato en 2011. Babar fue asesinado por dos atacantes que interceptaron su automóvil y le dispararon cuatro veces en la cabeza y una en el cuello.

Si está preocupado de que sus movimientos, comunicaciones y material informativo esté siendo observado o interceptado por terceros, conduzca una amplia evaluación. ¿Qué trabajo puede ser considerado material sensible? ¿Quiénes se ofenderían por lo que está investigando? ¿Qué técnicas de vigilancia es probable que utilicen? ¿Es más probable que tengan agentes siguiéndolo o que realicen vigilancia electrónica? Una vez que hayan medido le nivel de riesgo y los métodos probables de vigilancia, podrá tomar en consideración la conveniencia de modificar sus actividades. Esto podría incluir variar las rutinas personales y profesionales, junto con su ruta habitual para desplazarse. En cuanto a las comunicaciones electrónicas, tal vez quiera usar códigos previamente acordados con sus fuentes, recurrir a teléfonos prepagos no relacionados con su nombre, emplear programas de encriptación o usar un Web mail más seguro o redes virtuales privadas. (Ver Capítulo 3 Seguridad de la Tecnológica.) También deberá considerar la necesidad de notificar a los editores y colegas, y a grupos de libertad de prensa locales e internacionales.

Esté atento a gente o vehículos desconocidos fuera de su hogar u oficina, en especial si aparecen en más de una ocasión. Detectar que lo están siguiendo puede darle tiempo para reducir los riesgos. Encomendarle a una persona de confianza que observe sus movimientos y los de sus potenciales perseguidores es un método posible para confirmar que lo están vigilando, pero procedimientos precisos son mejor impartidos por expertos entrenados. Algunas firmas especializadas en seguridad privada han agregado la detección de vigilancia a sus programas de entrenamiento para periodistas. (Ver Apéndice B Entrenamiento Sobre Seguridad.)

Solidaridad

La solidaridad profesional es importante en situaciones en las que periodistas locales enfrentan riesgo sostenido. Acaso el mejor paso que puedan dar los periodistas en tal situación es organizarse primeramente en las redacciones, luego con otros periodistas y organizaciones de prensa dentro de sus ciudades o regiones, y en última instancia, en todo el país.

Grupos como el Centro Filipino de Periodismo de Investigación (Philippine Center for Investigative Journalism), fundado en 1989, o la Fundación para la Libertad de Prensa de Colombia, fundada en 1996, han jugado roles muy valiosos en limitar los ataques contra la prensa y reunir a periodistas de todo tipo. El centro filipino elevó el perfil de los asesinatos de periodistas y ayudó a presionar a las autoridades para que enjuiciaran a los responsables. El modelo fue seguido por la Asociación Brasileña de Periodismo de Investigación, o ABRAJI, que fue creada en 2002 luego del secuestro y asesinato de Tim Lopes, un corresponsal de la televisión nacional. El grupo brasileño presionó a las autoridades para que adoptaran medidas para prevenir ataques en contra la prensa.

Los periodistas nunca deben dudar en contactarse con las organizaciones internacionales de libertad de prensa como el Comité para la Protección de los Periodistas de Nueva York y Reporteros sin Fronteras de París, junto a otros grupos que monitorean los derechos humanos (Ver Apéndice E Organizaciones de Periodistas). Los grupos internacionales pueden ayudar a elevar el perfil de los periodistas que trabajan bajo amenaza y presionar a las autoridades nacionales para que den respuesta.

Planes de Contingencia

Los periodistas que enfrentan riesgo sostenido deben preparar un plan de contingencia. El plan deberá incluir la información de contacto para el periodista y los miembros de su familia y para los editores, así como también funcionarios de gobierno, diplomáticos extranjeros y organizaciones de derechos humanos y libertad de prensa locales e internacionales.

El plan deberá especificar la frecuencia y medios exactos a través de los cuales el periodista se comunicará con los editores y los miembros de su familia. El plan podría incluir un código simple para que el periodista pueda dar señales discretas sobre una amenaza inmediata. Los códigos también podrían ser diseñados para indicar que el periodista desea reunirse en un lugar previamente acordado, o para cambiar de medio de comunicación. En el caso de que un periodista deje de contactarse, el plan deberá especificar cuánto tiempo deberán esperar los editores y la familia antes de actuar. El plan deberá incluir una lista detallada de individuos y grupos para que editores y seres queridos puedan contactar o llamar a nivel local, regional o internacional.


Próximo capítulo: 10. Reacciones Frente al Estrés

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Tabla de Contenidos

8. Epidemias y Peligros Masivos

10. Reacciones Frente al Estrés
 



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