El CPJ insta al presidente en funciones de Cuba a liberar de inmediato a todos los periodistas presos

Su Excelencia Raúl Castro Ruz
Primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros
República de Cuba
Misión de Cuba ante las Naciones Unidas
Nueva York, NY 10016-2606

Por fax: 212-779-1697
Su Excelencia:

El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) le solicita, como presidente en funciones del estado cubano, la liberación inmediata de todos los periodistas, escritores y editores encarcelados en su país. Con 24 periodistas en prisión en la actualidad, Cuba continúa siendo uno de los países que más reporteros encarcelados tiene en el mundo, segundo solo detrás de China.

De los 24 periodistas presos en las cárceles cubanas, 22 fueron encarcelados durante la masiva embestida contra la disidencia política cuatro años atrás esta semana.

En marzo del 2003, mientras la atención del mundo se concentraba en la invasión estadounidense a Iraq, 29 periodistas independientes fueron detenidos como parte de una ofensiva mayor contra la oposición. Dos semanas más tarde, los periodistas fueron sometidos a juicios sumarios a puerta cerrada y sentenciados a penas de prisión que oscilan entre los 14 y los 27 años.

Su gobierno ha calificado a los periodistas de “mercenarios” que actuaron contra los intereses del estado cubano. Se trata de una acusación arbitraria e imprecisa que no está sustentada en evidencia concreta. De hecho, un análisis de las acusaciones contra ellos efectuado por el CPJ demuestra que los periodistas fueron enjuiciados por cumplir con sus actividades profesionales amparadas bajo el Derecho Internacional.

Siete periodistas han sido liberados tras recibir una licencia extrapenal por motivos de salud. Según las investigaciones del CPJ, los 22 periodistas que permanecen en prisión han vivido sus cuatro años de encarcelamiento bajo condiciones extremadamente difíciles. Los reporteros han sufrido hostigamiento constante, las condiciones de las prisiones son humillantes mientras han sido sometidos a presiones psicológicas.

A los periodistas que estaban enfermos antes de ingresar a las prisiones les ha empeorado el estado de salud, mientras otros que estaban saludables han contraído enfermedades a causa de las condiciones penitenciarias. Varios se han declarado en huelga de hambre como forma de protesta. En represalia, las autoridades penitenciarias los han transferido a otras prisiones, limitado su contacto externo y ocultado información. Como resultado, sus familias no han podido verificar su estado de salud.

Algunos de los periodistas están en cárceles ubicadas lejos de sus hogares, lo que significa una carga más para sus familias. Los periodistas encarcelados y sus familias han denunciado las deficientes condiciones sanitarias, la inadecuada atención médica y una dieta poco saludable e insuficiente. Muchos de ellos están en celdas con delincuentes comunes; otros en celdas de aislamiento.

Muchos de los periodistas reciben visitas familiares cada tres meses y conyugales cada cuatro meses. Las autoridades han hostigado a sus familiares por hablar con la prensa extranjera y protestar el encarcelamiento de los periodistas.

Además, el CPJ está seriamente preocupado por el encarcelamiento de otros dos periodistas en represalia directa por su labor informativa durante el último año. Armando Betancourt Reina, un periodista de la agencia de noticias Nueva Prensa Cubana en Camagüey, está preso desde mayo y aún no ha sido acusado. El reportero fue arrestado cuando cubría el desalojo de docenas de familias de sus hogares. En noviembre, Guillermo Espinosa Rodríguez fue condenado a dos años de prisión domiciliaria por el delito de “peligrosidad social” y se le prohibió practicar periodismo independiente. Espinosa Rodríguez venía informando sobre una epidemia de dengue.

Desde que el Presidente Fidel Castro cedió provisionalmente el poder a usted el 31 de julio, el CPJ ha documentado casos de acoso constante y detenciones de periodistas independientes que intentan informar sobre noticias ignoradas por la prensa oficial. Además, a periodistas extranjeros que están informando sobre una noticia de importancia mundial se les ha negado el ingreso a Cuba. Tres semanas atrás, su gobierno anunció la decisión de no renovar las visas de tres corresponsales extranjeros radicados en La Habana. La decisión, que fue adoptada como represalia por el trabajo de los periodistas, puede tener un efecto inhibitorio en la capacidad de la prensa extranjera de cubrir Cuba en un momento crucial.

El encarcelamiento de periodistas como represalia por su labor informativa independiente viola el Derecho Internacional, incluyendo el Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que garantiza a todo individuo el derecho “de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.

Lo instamos a liberar a todos los periodistas detenidos en forma inmediata y sin condiciones y exhortamos al gobierno cubano a respetar garantías internacionales sobre libertad de expresión y que cese la persecución de la prensa independiente

Atentamente,

Joel Simon
Director Ejecutivo