Periodista colombiana asesinada a balazos en el departamento del Huila

Bogotá, Colombia, 11 de septiembre de 2015–Una periodista colombiana fue ultimada a balazos el jueves a la entrada de la radioemisora donde trabajaba, según versiones noticiosas. Flor Alba Núñez Vargas había recibido amenazas vinculadas con su labor informativa, de acuerdo con una periodista local entrevistada por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).

“Condenamos el asesinato de Flor Alba Núñez Vargas e instamos a las autoridades a investigar a fondo el crimen, así como las amenazas que había recibido por su trabajo periodístico”, declaró Carlos Lauría, coordinador sénior del programa de las Américas del CPJ. “Exhortamos al presidente Juan Manuel Santos a cumplir su promesa de revertir el terrible historial de impunidad de Colombia enjuiciando a los autores de este crimen”. 

Un pistolero no identificado le disparó a Núñez, reportera de radio y TV, a la entrada de la radioemisora La Preferida Estéreo en la sureña ciudad de Pitalito, según despachos noticiosos que citaban al coronel Santiago Camelo, comandante de la policía del departamento del Huila. Camelo declaró que Núñez había recibido un disparo en la nuca y había fallecido en un hospital local.

Núñez, de 25 años de edad, era la presentadora de un informativo diario de una hora de duración llamado Red Noticias en la radioemisora La Preferida Estéreo. Ella también trabajaba para la televisora local Canal 6 y era corresponsal de Nación TV, con sede en Neiva, la capital del departamento del Huila.

Camelo refirió que la policía estaba investigando el crimen y que Núñez no había denunciado haber recibido amenazas ante la policía. Camelo señaló que las autoridades estaban ofreciendo una recompensa de 55 millones de pesos (aproximadamente USD 18,000) por información que llevara a la captura del asesino.

Hugo Joven, director de La Preferida Estéreo, declaró al CPJ que Núñez nunca le había dicho a nadie de la radioemisora que había recibido amenazas. Sin embargo, María del Carmen Villalba, colega de Núñez en Nación TV, declaró al CPJ que muchos de los reportajes recientes de Núñez habían generado polémica y que la periodista había recibido amenazas.

Villalba expresó al CPJ que en agosto Núñez había informado sobre cómo varios individuos de Pitalito, quienes dijeron haber sido atacados por un bull terrier, colgaron al perro en una farola. Núñez también colocó fotos del perro y de los hombres que presuntamente lo mataron, a quienes entrevistó posteriormente, en su página de Facebook. La historia alcanzó una amplia difusión en Colombia, y Núñez comenzó a recibir amenazas de los presuntos autores de la muerte del perro, Villalba declaró al CPJ. Ella sostuvo que activistas defensores de los derechos de los animales estaban molestos con Núñez por haber entrevistado a los presuntos autores de la muerte del perro.

Villalba también expresó que Núñez había realizado reportajes sobre casos de soldados que a la fuerza recogían a jóvenes en las calles de Pitalito y los reclutaban para el Ejército colombiano. Aunque Colombia tiene un servicio militar, tales operativos son ilegales. La Corte Constitucional prohibió la práctica en enero. Según Villalba, Núñez recibió posteriormente amenazas telefónicas por parte de personal militar pero nunca las denunció ante las autoridades. El CPJ se comunicó hoy con un portavoz de la oficina de prensa del Ejército colombiano, quien declaró que nadie estaba disponible para emitir comentarios sobre la acusación.

Villalba expresó que Núñez también había brindado cobertura informativa de los arrestos y juicios de narcotraficantes y otros delincuentes locales, quienes podían estar molestos por las informaciones. La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), con sede en Bogotá, declaró que una posible hipótesis sobre el móvil del asesinato era que Núñez recientemente había colocado en su página de Facebook fotos de una banda criminal que había cometido atracos en Pitalito.

Si bien la seguridad ha mejorado en los últimos años en Colombia, la impunidad está arraigada y las amenazas y la violencia contra la prensa continúan, según datos del CPJ. Problemas tales como el exceso de casos en manos de los fiscales y la manipulación deficiente de las pruebas han dilatado investigaciones penales durante años. Colombia ocupó el octavo puesto en la edición 2014 del Índice de Impunidad del CPJ, un análisis con periodicidad anual que se enfoca en los países donde asesinan a periodistas y los autores de tales crímenes permanecen impunes. El 26 de mayo, el presidente Juan Manuel Santos declaró al CPJ que le daría prioridad al combate contra la impunidad en los ataques contra la prensa y que instaría a las autoridades judiciales a agilizar las investigaciones.