Ciudad de México, 15 de noviembre de 2012– Un periodista independiente y su acompañante fueron asesinados a balazos el miércoles en el estado central mexicano de Puebla poco después de que el periodista había informado sobre un robo de gasolina a gran escala y luego fue testigo de un enfrentamiento entre soldados y hombres armados, según informes de prensa y entrevistas realizadas por el CPJ.
“En muchas zonas de México, los periodistas ponen sus vidas en riesgo cada vez que intentan cumplir con su labor informativa. Estos asesinatos son un ejemplo más de las condiciones violentas y fuera de control en la que trabajan los periodistas actualmente en México”, afirmó Carlos Lauría, coordinador senior del programa de las Américas del CPJ, desde Nueva York. “Las autoridades mexicanas deben investigar estos crímenes y enjuiciar a los responsables”.
Informes de prensa y periodistas locales identificaron al periodista asesinado como Adrián Silva Moreno, quien cubría la fuente policíaca local para varios periódicos pequeños. Eloísa Rodríguez Zamora, una reportera de una radio local, afirmó que Silva había estado cubriendo una investigación del ejército sobre el robo de gasolina de una compañía de petróleo del gobierno en la ciudad de Tehuacán. El robo de gasolina de los oleoductos del gobierno es común en la zona, que está controlada por grupos del crimen organizado, según periodistas locales.
Tras salir de la escena, Silva llamó a Rodríguez para avisarle que había presenciado un enfrentamiento armado entre efectivos militares en un puesto de control cercano y hombres armados en una camioneta y un camión pickup Ford Lobo, afirmó. No estaba claro si el enfrentamiento estaba relacionado con el robo de gasolina. La reportera indicó que Silva le afirmó que había encontrado algo muy importante en la escena del robo que explicaría más adelante. Seis minutos más tarde escuchó en informes de la policía por radio que un hombre había recibido un disparo en ese lugar, señaló Rodríguez.
Silva recibió un disparo mientras estaba sentado en el asiento del conductor, periodistas locales indicaron al CPJ. Su pasajero, Misray López González, abandonó el vehículo y corrió una cuadra, pero también fue asesinado a balazos, señalaron los periodistas.
El motivo de los asesinatos no estaba claro de inmediato, aunque los periodistas especularon que de podría haber estado relacionado con la labor informativa de Silva sobre el robo de gasolina o con el hecho de haber podido identificado a los sujetos armados en el enfrentamiento.
Periodistas locales afirmaron al CPJ que son extremadamente cautelosos sobre lo que cubren por temor a represalias de los grupos del crimen organizado que operan en la zona. Según su conocimiento, indicaron los periodistas, Silva no había recibido amenazas por parte de grupos del crimen organizado.
La violencia relacionada con el narcotráfico y el crimen organizado ha convertido a México en uno de los países más peligrosos del mundo para la prensa, según la investigación del CPJ.
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